El alcoholismo es una enfermedad crónica y progresiva que deriva de la ingestión excesiva y no controlada de alcohol, el cual se encuentra en todas las bebidas alcohólicas en mayor o menor grado.
Esta enfermedad se caracteriza por una dependencia hacia el alcohol, que se ve en dos síntomas:
- La incapacidad de detenerse en la ingestión de alcohol.
- La imposibilidad de abstenerse del alcohol
Tiene muchos efectos físicos y psicológicos que hacen que la persona cambie su comportamiento, lo cual veremos en otros puntos, y esto tiene que ver con factores personales y hereditarios.
EFECTOS DEL ALCOHOLISMO EN EL ADOLESCENTE
La mayoría de los adolescentes han consumido alcohol por lo menos una vez en su vida y, quizá, haya tomado de más en alguna ocasión.
Esto puede ser normal, pues el que un adolescente tome bebidas alcohólicas son caracteres típicos de su edad, al igual que lo son los conflictos generacionales, la confrontación de ideas y actitudes, y todo lo típico de esa edad.
Pero cuando el joven lo hace con frecuencia y sin medida, y su vida se ve afectada en términos de su desempeño y calidad, entonces el muchacho ya es un alcohólico.
Las características de un alcohólico adolescente, además de todas las comunes a todas las personas, son:
- Rápida baja en las calificaciones.
- Altibajos emocionales.
- Separación notoria de las actividades familiares o de sus quehaceres.
- Cambio negativo en su higiene y aspecto personal.
- Deseo de aislamiento.
- Actividad defensiva y una tendencia a responder agresivamente a la menor provocación.
EFECTOS EN EL ORGANISMO
EN EL CEREBRO
Actúa como un sedante en el sistema nervioso central, el alcohol reduce las células nerviosas del cerebro.
EN LOS PULMONES
Las grandes cantidades de alcohol disminuyen la resistencia a las infecciones o pueden ocasionar que se interrumpa la respiración.
EN EL CORAZÓN
El alcohol debilita la capacidad de los músculos del corazón para bombear sangre, lo que da lugar a un ritmo cardiaco irregular y un movimiento irregular del corazón. Se inhibe la producción de glóbulos rojos y blancos.
EN EL HÍGADO
Beber demasiado y con regularidad, puede ocasionar hepatitis alcohólica (inflamación y destrucción de las células hepáticas) y posteriormente cirrosis (lesiones, cicatrices y destrucción irreversible de las células hepáticas.)
EN EL ESTÓMAGO
El alcohol irrita el estómago, lo que puede ocasionar úlceras pépticas, inflamación, lesiones hemorrágicas y cáncer.
EN LOS INTESTINOS Y EL PÁNCREAS
Bloquea la absorción y descomposición de los nutrientes al dañar las células que revisten el tracto del intestino y el colon. El alcohol puede ocasionar inflamación, úlceras y cáncer de los intestinos y el colon. El páncreas puede inflamarse y liberar enzimas digestivas que lo atacan.
EN LOS HUESOS Y LOS MÚSCULOS
El alcohol interfiere con la capacidad del cuerpo de absorber el calcio, lo que da como resultado que los huesos sean débiles, blandos, quebradizos y más delgados (osteoporosis.) Los músculos se debilitan.
TIPOS DE ALCOHOLISMO
Existen dos formas de alcoholismo: El alcoholismo Agudo y el Alcoholismo Crónico.
- ALCOHOLISMO CRÓNICO: Se produce por el consumo habitual de moderadas dosis de alcohol. El alcohólico presenta trastorno del carácter (desconfianza, irritabilidad, con periodos depresivos que pueden llevarlo al suicidio en algunos casos extremos). Todos los órganos resultan afectados, sobre todo el sistema nervioso. Temblor en las manos, alteraciones digestivas que pueden derivar al cáncer, etc. Puede llegar al delirium tremens que lo conduce a la muerte, aunque no sea muy habitual.
- ALCOHOLISMO AGUDO: Llamado también embriaguez o ebriedad, es transitorio. Consiste en una crisis pasajera que va desde la euforia (bebida alegre) a la tristeza (bebida triste) hasta la perdida de la razón, marcha titubeante mareos, náuseas y vómitos.
CLASES DE BEBEDORES
Hay distintas clases de bebedores, los podríamos clasificar en cuatro clases diferentes ente ellas:
- Bebedor Moderado: Ingestión habitual de diversas bebidas alcohólicas inferior a los 3/4 litros por día.
- Bebedor Habitual: Toda su vida social se centra en el alcohol. no consumen por gusto, sino porque le aporta una sensación aparente de seguridad, valor o placer. Al comienzo, la ingesta es circunstancial, y puede dejar de beber. Con el tiempo, se establece el hábito.
- Bebedor Excesivo: Bebe mas de 1 litro de vino, o su equivalente, por día, y presenta más de una embriaguez por mes. No obstante, aun puede controlar el consumo, aunque difícilmente.
- Alcohólico: Se caracteriza por depender del alcohol, tanto física como psíquicamente, y la incapacidad de detenerse o abstenerse.
QUÉ CONSECUENCIAS TIENE EL CONSUMO DE ALCOHOL EN ADOLESCENTES?
El alcohol es adictivo para todos y cuando se inicia su consumo antes de los 18 años aumenta 5 veces la probabilidad de que se genere una adicción.
• Los adolescentes corren un riesgo mayor que los adultos a desarrollar enfermedades como la cirrosis del hígado, pancreatitis, infartos hemorrágicos y algunas formas de cáncer.
• Los adolescentes que consumen alcohol están más expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los expone a un mayor riesgo de contagio con el virus del SIDA, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. De igual modo, incrementan la probabilidad de verse afectados por la impotencia y la disfunción eréctil.
• Los adolescentes que abusan del alcohol son 4 veces más vulnerables a la depresión severa que aquellos que no tienen un problema de alcohol.
• El consumo de alcohol entre adolescentes ha sido asociado con muertes por suicidio y accidentes de tránsito.
• Al ser un depresor del sistema nervioso central, lentifica funciones cognoscitivas (percepción y juicio), motoras (equilibrio y reflejos), y emocionales (sensatez y madurez).
• El alcohol afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado siendo esto contraproducente para el período de crecimiento en el que se encuentran los adolescentes.
• El alcohol incrementa la vulnerabilidad de los jóvenes frente al consumo de otras sustancias adictivas.
• Existe una correlación importante entre el consumo de alcohol y la violencia. Como efecto de la embriaguez no se piensa en las consecuencias de los actos o estas dejan de importar y el bloqueo de las funciones frontales del cerebro incrementa la agresividad. Pueden involucrarse en riñas callejeras, en pandillas y en actividades delictivas.
• El inicio de consumo de alcohol en la adolescencia incrementa 4 veces la probabilidad de padecer trastornos de personalidad e incrementa al doble el riesgo de ser alcohólico antes de los 24 años.
BIBLIOGRAFIA
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