Al nacer los seres humanos
tienen normalmente todas las estructuras del ojo necesarias para poder ver pero
un recién nacido tiene que aprender a utilizarlas ya que su visión, realmente,
comienza a desarrollarse a partir del nacimiento. Aprender a ver es la tarea
importante y entretenimiento de los bebés durante las primeras semanas y meses,
adquiriendo con su desarrollo normal importantes destrezas como enfocar los
objetos que se le presentan a cortas distancias, utilizar ambos ojos de forma
coordinada y eficaz, reconocer profundidades o calcular cuán lejos o cerca
están los objetos que mira con interés, desarrollar la coordinación entre los
ojos y las manos y su cuerpo. A medida que va creciendo más, empiezan a
desarrollarse otras habilidades más complejas como la percepción visual y la
integración entre la visión y la motricidad, entre otras.
El desarrollo visual implica
a todos los atributos de la función visual tales como la agudeza visual,
movimientos de los ojos, acomodación, convergencia, visión binocular, visión
periférica, campo visual y visión de los colores. La agudeza visual al nacer es
prácticamente nula debido a la inmadurez de los centros visuales en el cerebro
alcanzando el 50 % a los 3-4 años y el 100% a los cinco o seis años. Aunque la
madurez completa del sistema visual no se alcanza hasta los nueve años de edad
la evolución más significativa del sistema visual se produce entre los 2 y 3
meses, razón por la cual a esta etapa se la conoce como periodo crítico del
desarrollo visual.De aquí la importancia que tiene realizar a esta edad una
evaluación clínica de los atributos visuales.
El recién nacido tiene una
visión limitada. A 20-30cm ve claramente (es conveniente pues hablarle a esta
distancia). Percibe en blanco y negro y las sombras en gris.
Es a las tres semanas que el niño ya procura evitar
los objetos que se acercan a su cabeza y solo se concentra mirando la cara de
su madre. En las primeras semanas el bebé solo distingue lo claro de lo oscuro
y percibe vagamente las siluetas. Aprende a enfocar sus ojos mirando a las
caras.
Al mes el recién nacido ya
mira los puntos luminosos y colores que se hallan a unos 20 centímetros aunque
lo ve todo doble.
A los dos y tres meses ya
sonríe y descubre los colores (el rojo y el blanco preferentemente). Parece ser
que los juguetes móviles contribuyen a desarrollar las áreas visuales de su
cerebro .Una pequeña prueba es mover delante de él un juguete, por ejemplo, y
sujetándole el cuello observar si mueve los ojos siguiendo su trayectoria. A partir de esta edad empieza a seguir con
sus ojos objetos en movimiento pero lo hace moviendo también la cabeza.
A los cuatro meses aprende a
mover sus ojos con independencia de la cabeza y
mientras sigue los objetos que se mueven va desarrollando coordinación
de ambos ojos, tiene una perfecta percepción de los colores diferenciando el
color rojo, el azul, el amarillo y el verde. A esta edad ya se fija en los
tonos vivos.
Entre los cuatro y los seis
meses el bebé sigue los movimientos de sus padres reconociendo sus rasgos y al
final del primer semestre ya coge con sus manos sus juguetes preferidos así
como el chupete y el biberón. A los seis meses de edad ya ha aprendido a
utilizar ambos ojos de forma coordinada y deja de cruzarlos. Si los padres ven
que a una edad mayor de los seis meses su bebé continúa cruzando los ojos
deberán acudir inmediatamente al oftalmólogo.
A los seis meses aprende a
coordinar su cuerpo con los ojos porque ha aprendido a controlar eficazmente
sus movimientos en el espacio. La coordinación de los ojos con las manos ya
está completamente desarrollada, es capaz de llevarse correctamente el biberón
a su boca, y es capaz de fusionar las dos
imágenes retinianas de un objeto obteniendo una visión binocular única y
en profundidad (en tres dimensiones), lo que significa que ya puede calcular a
qué distancia se encuentra cada objeto en el espacio. La agudeza visual a los
seis meses de edad es del 100%. Esto le permite distinguir con gran interés,
las personas y objetos de su entorno y seguir sus movimientos, aunque sean
rápidos. En algunos casos aquellos bebés que empiezan a caminar precozmente no
aprenden a utilizar sus ojos de forma coordinada como aquellos que han gateado
más tiempo.
Al año el cálculo de
distancias es eficaz, la coordinación entre los ojos y las manos y el cuerpo
les permite agarrar y lanzar objetos con cierta eficacia. A esta edad también
se han desarrollado ciertas destrezas perceptuales que le permite comprender su
mundo espacial, tales como la memoria visual y la discriminación visual. Todos
los movimientos de su cuerpo son dirigidos y coordinados por su visión siempre
que haya aprendido a emplear bien sus ojos.
En el momento en que el bebé
adquiere una autonomía y movilidad, se lanza a descubrir todo lo que alcanzan
sus ojos. Su afición es lanzar al suelo los juguetes para ver qué pasa con
ellos. A los pocos meses cuando ya empieza a gatear el solo recuperará los
juguetes que ha lanzado.
FUENTE / LINKOGRAFIA
http://www.admiravision.es/es/articulos/especializados/articulo/el-sistema-visual-en-el-
Prof. Dr. Jesus Costa Vila. Oftalmologo. Profesor Titular de la Universidad de Medicina de Barcelona.
Dr. Jordi Mateu. Pediatra.
Prof. Carlos Saona. Profesor Titular de Optometría y Contactología de la Facultad de Optometría de Terrassa.
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